Seguramente no es el "mejor documento" ni el más preciso científicamente constatado. Pero fomula algunas buenas hipótesis de lo que podría llevarse a cabo "in labore":
21. Hay que considerar también la contaminación producida por los
residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos
ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por
año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y
comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e
industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra,
nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de
porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los
paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura. Tanto
los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las
ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los
organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando
el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas
veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos
irreversibles para la salud de las personas.
103. La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas
realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde
objetos domésticos útiles hasta grandes medios de transporte, puentes,
edificios, lugares públicos. También es capaz de producir lo bello y de
hacer « saltar » al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de
la belleza. ¿Se puede negar la belleza de un avión, o de algunos
rascacielos? Hay preciosas obras pictóricas y musicales logradas con la
utilización de nuevos instrumentos técnicos. Así, en la intención de
belleza del productor técnico y en el contemplador de tal belleza, se da
el salto a una cierta plenitud propiamente humana.
139. Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una
relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita.
Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o
como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos
parte de ella y estamos interpenetrados. Las razones por las cuales un
lugar se contamina exigen un análisis del funcionamiento de la sociedad,
de su economía, de su comportamiento, de sus maneras de entender la
realidad. Dada la magnitud de los cambios, ya no es posible encontrar
una respuesta específica e independiente para cada parte del problema.
Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las
interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas
sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino
una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución
requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para
devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la
naturaleza.
179. En algunos lugares, se están desarrollando cooperativas para la
explotación de energías renovables que permiten el autoabastecimiento
local e incluso la venta de excedentes. Este sencillo ejemplo indica
que, mientras el orden mundial existente se muestra impotente para
asumir responsabilidades, la instancia local puede hacer una diferencia.
Pues allí se puede generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido
comunitario, una especial capacidad de cuidado y una creatividad más
generosa, un entrañable amor a la propia tierra, así como se piensa en
lo que se deja a los hijos y a los nietos. Estos valores tienen un
arraigo muy hondo en las poblaciones aborígenes. Dado que el derecho a
veces se muestra insuficiente debido a la corrupción, se requiere una
decisión política presionada por la población. La sociedad, a través de
organismos no gubernamentales y asociaciones intermedias, debe obligar a
los gobiernos a desarrollar normativas, procedimientos y controles más
rigurosos. Si los ciudadanos no controlan al poder político –nacional,
regional y municipal–, tampoco es posible un control de los daños
ambientales. Por otra parte, las legislaciones de los municipios pueden
ser más eficaces si hay acuerdos entre poblaciones vecinas para sostener
las mismas políticas ambientales.
183. Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la
elaboración de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o
programa a desarrollarse. Tiene que insertarse desde el principio y
elaborarse de modo interdisciplinario, transparente e independiente de
toda presión económica o política. Debe conectarse con el análisis de
las condiciones de trabajo y de los posibles efectos en la salud física y
mental de las personas, en la economía local, en la seguridad. Los
resultados económicos podrán así deducirse de manera más realista,
teniendo en cuenta los escenarios posibles y eventualmente previendo la
necesidad de una inversión mayor para resolver efectos indeseables que
puedan ser corregidos. Siempre es necesario alcanzar consensos entre los
distintos actores sociales, que pueden aportar diferentes perspectivas,
soluciones y alternativas. Pero en la mesa de discusión deben tener un
lugar privilegiado los habitantes locales, quienes se preguntan por lo
que quieren para ellos y para sus hijos, y pueden considerar los fines
que trascienden el interés económico inmediato. Hay que dejar de pensar
en «intervenciones» sobre el ambiente para dar lugar a políticas
pensadas y discutidas por todas las partes interesadas. La participación
requiere que todos sean adecuadamente informados de los diversos
aspectos y de los diferentes riesgos y posibilidades, y no se reduce a
la decisión inicial sobre un proyecto, sino que implica también acciones
de seguimiento o monitorización constante. Hace falta sinceridad y
verdad en las discusiones científicas y políticas, sin reducirse a
considerar qué está permitido o no por la legislación.
CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ Del PAPA FRANCISCO: